El Courel...¿En miércoles? (Por Sebito)
Pues el caso bonito fue que anteayer martes a las 11:00 AM me llama el bueno de Ecrins:
- Sebito, tengo mañana el día libre y me voy de ruta por el Courel ¿te apuntas?
- ¿Por el Courel? ¿Y en serio un miércoles? Estooooo…espera, que engaño al jefe y nos largamos juntos, jeje.
Pues así fue, lo imprevisto es lo que a veces mejor funciona; a temprana hora nos encontrmos en Samos y en su monasterio, el otoño parece que está comenzando a despuntar:



Hasta el día se prestaba, un sol mañanero nos alegraba los ojos:


El plan era tirar en primer lugar hacia el llamado Taro Blanco, una formación de caliza que mi colega quería conocer, luego ver alguna mina olvidada, tal vez pasar luego por Seoane del Courel, ver luego algún castro celta, pasar por el chulo pueblo de Seceda, hacer una pistilla o dos…algo sencillito, vamos. El mapa indica el recorrido:

Así tiramos hasta Ponte Lóuzara cruzando el río de igual nombre:









Por descontado, he dado órdenes de limpiar los márgenes de la carretera antes de nuestro paso, no quiero ni una foto fea…



Entramos en Bustofrío, un guapo pueblecito como casi todos los de por aquí:






Y al cabo de casi nada llegamos al alto da Pedra, parece ser que por aquí hay una zona de especial protección a las orquídeas de las que se cuentan hasta una docena de variedades, procuraremos no salir del camino y pisarlas, jeje



Pues por aquí y por la pista que vemos ahí delante (o que casi no vemos, jeje) iniciamos la ascensión para llegar al Taro por arriba:




Video subiendo
Según veo manchada esta defensa, algo he debido de perderme pero creo que la cosa no tuvo demasiado interés…

Un tanto inclinada la subida, con piedra suelta y “xestas”(retamas) cortadas que la hacen más divertida. Al llegar arriba ya vemos a la izquierda la mancha blanca del Taro, ahora sólo queda llegar hasta allí:




Y es que la bajadita tenía miga, vegetación cerrada a los lados, hierba mojada en las roderas, carriles con agua…nos estábamos ganando a conciencia el desayuno:





Pero las vistas son espléndidas y lo compensan todo. Los helechos están comenzando a pasar del verde al amarillo y al rojizo, los árboles tardarán unos días más:





El cartel indica hacia el Alto da Pedra, una pista alternativa por la que también podríamos haber subido, tal vez por el cruce al final del video de Carlos anterior:

Seguimos por los altos, hasta el cruce hacia Teixeira (otro pueblo del Courel en dirección al Camino de Santiago) donde un tanque de agua y la caseta de Alejandro “o forestal” nos indican que estamos al pie del Taro:












De lejos parece compacto, de cerca es una masa rocosa con algo de vegetación por encima:






Le damos un vistazo y un pequeño pateo y seguimos, que queda mucho por ver aún. Las pistas por las que seguimos, espléndidas y bien entretenidas, hasta que rodeamos el macizo y vemos el Taro por el lado contrario:







Ecrins subiendo por aquí:
Y seguimos:




Algo más adelante, el cartel que nos manda a la mina da Toca y a su chulo entorno:








En la mina da Toca se extraía oro, en la foto se ve bien el “mordisco” que le dieron a la parte derecha de la montaña, de unos 675 m de largo, de entre 40 y 90 m de ancho y entre 15 y 30 de altura, unos 800.000 metros cúbicos en total:

Así vista del mordisco (foto de la Red)

Pues regresamos a la carretera, que Seoane está cerca y es hora de la manduca:




Unas jarras de entrada acompañando a unas lentejas de primero y un algo de lacón cocido con pimientos de segundo. Para no desfallecer, vamos…



Como señores. Por la tarde hace incluso como para quitar el forro a la chaqueta, excelente:


Así tiramos en dirección a Seceda, como subimos bastante tenemos unas vistas al valle espléndidas. Lo primero que nos encontramos es el castro de la Torre, más o menos del siglo II dC…

Al que subimos con las motos sólo lo razonable y luego a pie, está empinado como un demonio. Las vistas…pues de categoría, no faltaba más:













Seguimos hacia Seceda por carretera pasando por Sobredo, desde aquí arranca una pista con muy buen aspecto que no supimos ver y que nos hubiese llevado por campo (en azul) hasta un cruce que nos bajaría hasta Seceda (en verde), por suerte fue la que tomamos luego para regresar:

Pues tampoco las vistas tienen desperdicio, vemos el valle central de la comarca del Courel por donde discurre el río Lor, la primera río arriba, por Ferreirós de Arriba y de Abaixo hacia Seoane, la segunda río abajo hacia el Oeste en dirección a Quiroga, en la tercera vemos pueblos ya aparecidos por aquí: Eiriz, Vilamor, y siempre de fondo los altos de la sierra: el Formigueiros y el Pia Paxaro, imponente todo, compañeros :



Alguna más de camino a Seceda:








Realmente uno no se imagina cómo se comunicaría la gente par aquí antes de tener carreteras, buenas piernas habían de tener…
Pues ya vemos Seceda, bien abrigada de los fríos invernales. Una treintena de casas, las menos ocupadas por vecinos residentes y las más por gente de fuera pero que las mantiene bien arregladas, un sitio para visitar:











También una pequeña "foliada" (sí, he dicho foliada) para amenizar los atardeceres:
Lo cierto es que allí parece que el tiempo se ha detenido en algún siglo pasado, ni un ruido, ni un coche, por supuesto, sólo la piedra y la madera y las calles de la anchura de un carro de vacas aunque carros ya no se vean apenas:










En fin, siempre es gratificante ver este pueblo. Pero seguimos, tomamos la pista que vimos al llegar al pueblo, la que nos sube a los altos:


No tarda mucho en aparecer el cartel indicando la pista hacia Sobredo que no supimos ver antes, ¡cachis!

Pues ahora es seguir y seguir, una buena tirada por esta pista que no deja de estar anotada en el “roadbook” digital de Carlos:



Digital de dedo, quiero decir; por aquí sí, por aquí no, jeje.
Más arriba aún:







Pasamos el tanque “do arrieiro” y llegamos al pie del alto de la Escrita, de 1.400 metros y pico tal como dice el panel de madera, perfectamente explicado todo nuestro recorrido de hoy e incluso el de algún otro día atrás:

Y estando al pie del alto…pues hasta arriba, por supuesto, algo suelto el terreno para nuestras burras pero lo coronamos, pues no faltaría más:






Nuestro Taro Blanco en el centro y al sol…

Y tirando de muuuuucho zoom, el pueblo de Piedrafita do Courel aquí abajo y detrás el cruce del alto da Pedra de donde arrancamos por la mañana:

Ahora sólo queda bajar a él tras una buena cabalgada…

Y ya estamos, justo para darle otra vuelta al recorrido si es preciso, jeje:

Bueno…tal vez otro día. Mandamos a los tractores que se retiren, que por hoy ya no son necesarios, y desandando el camino por Ponte Lóuzara llegamos hasta el reloj de la iglesis de Cruz de Incio:



Un refresquito bien ganado sin duda, nuestras caras reflejan lo espléndido de la jornada vivida hoy, ojalá caigan muchas como ésta:

Y sin más, cada palomo a su palomar. Yo tengo una corta tirada hasta casa y Carlos un poquito más, pero creo que ambos llegamos con luz. El trip a la llegada me marca así:

No demasiados km pero sí bastante ajetreados, hoy cuando esto escribo tengo unas agujetas (“maniotas” las llaman aquí) bastante potentes, pero se pasarán mucho antes de que se pase el recuerdo de la ruta. Gracias mil, Carlos, por traerme por aquí, ni en años conseguiremos recorrer todos estos lugares, aunque desde luego sí que lo intentaremos 

Guapa y fluida crónica te has marcado. En tu caso del "hecho" al "dicho" apenas hay trecho, menuda celeridad
en plasmar lo recién rodado.
De esta fantástica jornada aporto unas fotillos:






































Pues un placer y hasta otra...


Octubre 2016
Comentarios
Publicar un comentario