Pre y post pulpo en moto
Si los niños se han ido y las motos están ronroneando al ralentí, Simón sabe que en el cuenco de su caseta tiene una ración extra de pienso; y también que en un par de días nadie le pondrá comida.

Zumbando camino de Lugo.

Un placer cuando eres bien recibido y te asignan la habitación “X”…


Lo que pasó a partir de aquí (en la cena y el día siguiente, no en la suite) figura espléndidamente constatado en este enlace:
Al dia siguiente ruta de alto nivel…

...paisajístico…



...confidencial…

...y con alto nivel de seguridad…

...por cierto un saludo agradecido a nuestros ángeles de la guarda, bueno, también encargados del ropero.

Despedidas con firmes propósitos de volver a vernos pronto. ¡Que buena gente!

Vamos camino de los Ancares, pasan los kilómetros y las horas. Sin embargo la serena belleza de la zona permanece.









Ya en Campa da Braña nos comunican que desde este sábado ya tenemos Presidente; que ilusión, el negocio sigue... Nada como una puesta de sol para comentar lo bien que salió este San Froilán con toda la peña.

Dejamos que el amanecer nos despierte y partimos del hostal a buena hora. Abandonamos esta zona con la calma que se merece.





Pasamos por O Cebreiro...

...y enseguida estamos rodando por otra esplendida zona para las motos y la retina: O Courel.




El otoño todavía no ha alcanzado su brillantez, pero no se puede concebir este entorno esto sin sus tonalidades…

...mejor así ¿Verdad?

Ya pensando en ir hacia casa jugueteamos algo más con las motos y la carretera. Comemos en Vilamor un pincho de empanada y seguimos hacia Folgoso…




donde tomamos un café en “El mirador” un bar que bien se merece ese nombre.

Allí por el móvil vemos que tras el pulpo los grupos de “africanos” se diseminaron con mucho acierto por ahí adelante: Unos por Taramundi y Ribadeo, otros por la Ribeira Sacra, una pareja camino de Portugal por el Gerés, otra “ sufriendo ardientemente” en las diferentes termas de Ourense…. En fin que tenemos todos muchas cosas que contarnos. Nosotros regresamos, nos esperan los chavales.




Cuando se ha disfrutado con intensidad cada momento el retorno se hace llevadero. Sobre todo pensando en la siguiente escapada.


Noviembre 2016
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