Altiplano megalítico

Como va a ser una salida básicamente “off” el “on” es secundario. Sin embargo la villa medieval de Vilanova dos Infantes merece una parada.     Poco después el antiguo asentamiento de Castromao se deja invadir por un bárbaro sobre una extraña montura.  Más no nos vamos a engañar. Se trata de una aldea Celta construida para una celebración festiva anual. Además aquí se rodó una película.  A la espalda de la TA aparece la colina donde si están los restos del autentico castro histórico de Castromao. Muy atractivo pero hoy no vamos a visitarlo.  Sobre el pueblo de Bangueses asoma la Sierra de Laboreiro, limítrofe con Portugal. Pese a su aspecto desde el Este, su cima es un extenso altiplano.  La roca de Penagache es una de sus cumbres.  Se acabó el asfalto por unas horas.  Una pequeña parte boscosa nos eleva a hacia la sobriedad de una vegetación baja.  Inicialmente la pista principal va paralela a la frontera. Los mojones con la “E” tienen grabada en su cara opuesta la “P”.  Unas decenas de kms por estas abalconadas pistas es una terapia muy placentera.  Quizás una máquina mas moderna y con mejores suspensiones, multiplicaría el disfrute. Pero hemos aprendido a sacarle provecho a esta fiable y noble moto.  Aparece casi por arte de magia la roca de Penagache, uno de los pocos resaltes de la suave sierra.  Pata de cabra, vituallas en la bolsa y trepada hacia la cima.    Pequeño bocata, manzana y agua acompañados de buenas vistas.  En el buzón de los montañeros, entre otras anotaciones hay una tan ingenua como necesaria.  Esta cima de 1226m. esta abierta a todos los vientos , pero el calor comienza a hacerse notar. Y mucho. Toca descender hacia la moto.  Antes de pasar por el hito blanco que nos introduce en el país vecino, me vigila una familia de caballos. Son manadas salvajes pero a diferencia de algunas humanas no hacen salvajadas.  La altura media de este extenso altiplano portugués es de 1200m.
Ecrins Afrikano obsesivo Mensajes: 1.335 Desde: 15/Mar/2014  ·	#2 · Ayer, 17:09 · Editado por Ecrins  Aunque las pistas son asequibles y bastante llevaderas, el resalte de las roderas es muy alto y vertical. Hay que ir con atención por los 35 cms útiles de carril.  Esta es una zona de acumulación de monumentos megalíticos funerarios que permanecen  en su mayor parte sin estudiar. Solo en la zona gallega hay 130 túmulos.  A falta de arbolado el color a los lados de las pistas lo ofrecen las uces piornos, tojos. Es un paisaje sobrio pero atractivo.  La moto nos lleva directamente a la mámoa da Portela do Pau.  Se trata de un dolmen con petroglifos en sus losas interiores.  Impone saber que nos contemplan casi 5000 años de antigüedad….  Rodar en moto tiene un punto de soledad de por si. Pero si le añadimos estos grandes espacios  sin cruzarte con un alma, la sensación de aislamiento es total.    Nos devuelve a la realidad los restos de una construción que debió ser abrigo o refugio del altiplano o “planalto” como le llaman aquí.  Las reses y las no siempre visibles alambradas en las pistas anuncian la civilización.  Así es, aparece la apartada villa de Castro Laboreiro a la sombra de la mole rocosa  con los restos de su castillo. (Foto aérea realizada por un drón)  Hace tanto calor que la blanca pista que nos acerca a la peña de Numao se hace larga. Las sombras alrededor de la ermita son una bendición.    Como siempre aquí todo es piedra, hasta las aves. Incluso parece que el púlpito es para adorar a un dios pétreo.  También la señalización de las paradas del bus se hicieron para durar.  Nos vamos despidiendo del país vecino.   Este modesto puente internacional une los dos países peninsulares.  Es dejar Portugal y toparnos con un choque estético (?) nacional.  Ya por asfalto sin nada notorio . Pero si el navegador te muestra esto cerca de tu ruta....  ...lo normal es que te metas con la moto por ahí.  Y para casa rápidamente. La tormenta viene hacia nosotros. Y precisamente desde la sierra que recorrimos.  Por ahí estuvimos:    Juni 2018