Carreteras para dos en Portugal

 - ¿Cual es la ruta, chaval?
  -Tu sígueme

  -¡Oh París! Que detallista estás hecho

 - ¡Chisst! No hables muy alto que por aquí me conocen...

  ...continua un poco y verás donde entramos.

  -Menudo adoquinado, ciertamente se parece a los campos Elíseos

  

  En fin, como surgió repentinamente la posibilidad de tener libres un par días no había nada previsto. El planteamiento esta vez era distinto: Simplemente rodar por buenas carreteras solo por el placer de hacerlo.

  La N103 y la 315 parecen estar diseñadas para la moto. A veces nuestras sombras van separadas y en ocasiones se aproximan.

  Casi de noche llegamos a Mirandela donde estableceríamos el campo base.

  - ¿Reservarías un hotelito con sauna y piscina climatizada? ¿No?

  - Que va, un apartamento de 50 pavos el día

  - Jo, como te estiras tío, para la próxima me veo en tienda.

   Bueno, le gustó. Tras la ducha un excelente bacalao. Para no dar envidia la foto es del final. Paseo por esta pequeña ciudad y al apartamento.

  Las motos no pueden quedar mas pegadas a la puerta.

  A levantarse con calma, desayuno y visita a Mirandela.

  Ya vestidos de romanos pillamos las motos y partimos pasando al lado del puente sobre el río Tua. Curiosamente tiene 20 arcos y todos desiguales.

  La idea es hacer una ruta circular, primero por la N102. Excelente asfalto, poco tráfico y el trazado de los años 50. Una autentica gozada ir en moto.

  Dejamos atrás la sierra de Bornes para ir hacia Torre de Moncorvo. Por supuesto por el lado mas vistoso.

  - Que guapo todo ¿Te ha gustado?
  - Si mucho, pero este último tramo algo irregular,muy botoso.
  -Claro, como no tienes suspensiónes trail...
  -¿Me vas a decir que ese hierro con rueda delantera de afilador va mejor?

  A la orilla del río Sabor el tema queda zanjado con unos bocatas. Aquí desemboca en el Duero.

  Seguimos y ahora es la N215 la que nos ofrece otra dosis de felicidad sobre la moto aunque fastidia algún tramo chamuscado.

  

  Un bonito encuentro en Alfándega da Fé. Reconozco que el "11 ligero" me gusta mas, pero una Jawa de 70 años merece ser observada con detenimiento.

  Llegando a Macedo dos Cavaleiros el paisaje nos recuerda el infierno que debió ser Portugal este verano. Poco le faltó al fuego para alcanzar las casas.

  La zona do Azibo es un pequeño Caribe interior. Los bañadores quedaron en el cofre porque la tarde estaba fresca.

  Regreso a Mirandela para cenar y retirada al aposento.

  La mañana del domingo antes de estibar las motos y devolver las llaves, un buen desayuno.

  Otros tramos de asfalto divertidos hasta divisar allá abajo la ciudad de Chaves.

  

  Tomamos la emblemática N103 dirección Braga, esta "estrada" hace segregar
endorfinas al manillar.

  En Venda Nova desvío al norte. Comer sentados sobre un muro con vistas y con frescor a la espalda es sobradamente relajante.

  Tomamos un café "pingo" que mucho nos gusta y vemos  desde la  terraza que los políticos portugueses están de "oposiciones" para conseguir sus privilegios.Vamos, como aquí salvo alguna excepción.

  - Mira, una foto típica, tópica.
  - Pues a mi me parece estupenda
  - Jo, muchas gracias tía
  - Claro, ¿No ves? Salgo mas estilizada
  - Vale, vale...

  Esta carretera de retorno también es divertida pero gana en paisajes. Buenas vistas camino de Paradela.

  - ¡Eh! ¿Eres la pastora o formas parte del rebaño?
  - Simpático, que casi patino con una boñiga.

  Pequeña incursión en esta zona fronteriza. Los antepasados de la edad del bronce dejaron su huella en el embalse de Salas.

  Entramos de nuevo en Portugal por Pitoes das Junias.

  Mañana comienza el cole de los peques. Un pequeño purgatorio para todos.

  Pero aun nos queda un poco de cielo con la moto

  Así pues, una clásica despedida de esta ruta camino de casa.

 

       

   Septiembre 2017