El mar de Cabo Home
Quince minutos después de salir de casa vuelvo 70 años atrás. Estoy delante del templo de A Veracruz, obra del arquitecto Palacios.
Los montes de O Paraño separan dos provincias. La diversión está asegurada en las carreteras que llevan a Pontecaldelas.
Allí disfruto de un memorable paseo a la vera del río Verdugo hasta la playa fluvial de A Calzada.
Según el mapa hay una pista de tierra con buena pinta y allá voy. Ir solo por una zona relativamente apartada, genera cierto placer e inquietud a la vez.
Pero la cosa pasa de la aventurilla a la desolación. Me lo olía. Literalmente. El aroma a bosque calcinado ya se respiraba desde hacia un rato.
Vuelvo a la carretera y la cosa aún es peor. Ver las pertenencias devastadas es un mal trago. Dificil ponerse en la piel de los afectados.
El monte cónico de A Peneda sirve como excusa para cambiar las sensaciones.
Desde sus 329m se alarga la ría de Vigo. Un aroma marino que siempre agrada.
Al noroeste asoma Arcade, villa apreciada en esta zona por sus ostras. Desciendo hacia allí.
A lomos de la TA cruzo el río`por el puente medieval de Pontesampaio. Diez arcos apuntados y robustos tajamares para resistir mareas del mar y crecidas fluviales. Fué testigo en 1809 de la derrota de las tropas francesas en Galicia.
Unas antiguas salinas acompañan el eco del escape por babor. Luego un enlace por nacional para limpiar el hollin acumulado por rodar a ritmo de dominguero mirando el paisaje.
Cerca de Marín, en la zona del lago de castiñeiras aparecen los primeros vestigios del otoño por estas tierras. Del lago ni hago fotos, es una fosa negra y seca. Tiene que llover y llover.
El cercano mirador de Cotorredondo nos convierte en voyeur de tres rias, la de Vigo....
... la de Pontevedra y mas al norte se intuye la de Arousa.
Antes de volver a la moto un vistazo a los tonos de un bosque completo cambiando de estación. Lo atravieso y me dirijo hacia la costa.
Cerca del pequeño puerto de Aguete voy adelantando a un rosario de militares corriendo totalmente equipados. Supongo que son de infanteria de marina y están hacindo un circuito desde la Escuela Naval. Mas o menos 10km ida y vuelta...¡Buff!
Mientras unos sufren por ser profesionales paseamos en moto entre estampas marineras. Otro día seguro que es al contrario.
A este lobito solitario se le ha despertado el hambre. Una playa que se llama Mourisca, un mar con sus sonidos y la correspondiente cerveza acompañada de un bocadillo de mejillones. No es el paraíso, pero se está genial.
Hago la sobremesa en el cercano cabo Udra. A unas tres milla naúticas asoma la alargada silueta de la isla de Ons.
Solo por su nombre: "El bosque encantado" tenia interés en conocer tal lugar. La pista de entrada es atrayente.
Entre la vegetación me parece ver un torreón. Un "castillo" aparece ante el manillar.
Esta finca perteneció a un pazo cercano. Hay también un viejo molino, el arco de un acueducto y unos "sofas" de piedra, alguno hecho con un sarcófago Suevo cortado.
Robles, castaños, abedules y alguna especie exótica componen el vergel botánico. El castillo sin rematar es de los años 60.
En diez minutos paso de una espesa jungla al borde de un acantilado marino. La caracola del viento.
La pista que va hacia el cabo Home (Hombre) transcurre paralela a los acantilados de la llamada Costa de la Vela. Al fondo surgén las rotundas islas Cies.
Para quienes somos del interior el mar siempre es atrayente y misterioso. Tal vez para las gentes costeras, su constanta presencia insesibiliza la fascinacion que despierta.
El faro del cabo es mediano en altura (19m) pero el emplazamiento es privilegiado. Las fotos de los drones nos ayudan a ver el mundo con otra prespectiva.
Con suficiente salitre en la moto abandonamos esta pequeña peninsula.
En Donón antes de regresar y darle la espalda al oceano, un potrillo siente curiosidad por la moto. Lejos de asustarle el sonido se acerca.
El mimoso equino se lleva su ración de caricias. Y el que va al manillar su dosis de intensa y relajante ruta.
Entro en Ourense por la misma calle que pisó un chaval hace más de un siglo....¿Habrá visto el mar? ¿Disfrutó de una moto? Ojalá

Noviembre 2017
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