Estreno "interruptus"

 Hace unos días fué mi primera vez.... en meter la cabeza en mi nuevo casco Scorpion Adx 1.

                                                                                                                                                                 (Pinchar en las fotos para mayor calidad de imagen)

  Para testarlo nada mejor que una salida matinal y variada, primero en un radio de 30 km sin nada predefinido y luego una ruta que debería ser de lo mas entretenida.

  Parece que nos pusimos de acuerdo con el sol para salir a la vez.

  Rodar con el fresco aroma del amanecer por pequeñas carreteras es todo un placer.

  No tarda mucho la cabra en ir al monte. Hay que probar el ajuste del casco ¡Menuda justificación para disfrutar de las pistas por el bosque!

  Después un poco de carretera y autovía para comprobar que la visera no hace vela y el concierto aerodinámico es bastante contenido. Me aburro del asfalto liso y en la localidad de Barbantes descubro otras termas libres y una pista que se desvanece llegando al Miño.

  

  No hay como perderse un rato para enriquecerse con rincones desconocidos...

  ...como el petroglifo de O Coto. Dos mil años antes de Cristo tribus locales grabaron esta roca. Me dejo impresionar...

  ...luego nos topamos con una supuesta cerámica. Arqueología industrial en mitad de la nada...

  ...después, tras una ermita cristiana encaramada sobre el valle del río encontramos un desvío a otro lugar para impregnarse de serena espiritualidad; queda pendiente su visita....

  Y curiosamente nos reencontramos con caminos conocidos en el monasterio de San Clodio. Hoy es hotel, pero el silencio y la luz de su templo sin gente parece reclamarnos.

  Ahora salimos de la iglesia y giramos 180º....

  ...no, así no...

  

  ...venga, en serio. Vamos hacia Puebla de Trives y desde ahí marcarnos una ruta espectacular hacia el río Síl. O esa era la idea. El cuento de la lechera también se aplica a motards.

  

  Unos 80 kms de nacional divertida a todo buén ritmo, con un casco en la cabeza bastante silencioso y una moto noble entre las piernas. Si no es la felicidad, se le parece mucho. Nos desviamos levemente al pueblo de Peña Folenche.

  Tiene un curioso mirador sobre una roca.

  Pero al bajarme de la moto y antes de subir las escaleras ¡Coño! ¿Pero esto?

  Tras quedarme chafado unos instantes echo un vistazo y el aceite parece venir del las tapas para el reglaje de válvulas. Hace unos días estuve con Sebito en Lugo regulándolas. El ya apreció que las juntas estaban algo planas. Poco puedo hacer ahora y subo al mirador.

  Oteo con poco ánimo y las vistas no parecen muy allá.

  

  Pues para abajo. Cambio de planes y vuelta a casa.

  Comprobando el nivel de aceite parece que es poca la fuga.
Tratamos de sacudirnos el mal humor y cerca de casa hacemos algo de pista.

  Un pueblo abandonado, un puente de 1780 y unos grandes castaños me para relativizar el problema.

  

  El casco me ha gustado, la mañana no ha sido perfecta y lo positivo es que todo lo que tiene arreglo queda en anécdota. Como dicen los millonarios, todo lo que se puede comprar con dinero es barato.

  Comieza el streptease para ir metiéndonos en intimidades...

 ... ya que dos días después llegan las juntas y nos enzarzamos en un cuerpo a cuerpo.

  Parece que esto acabara en "final feliz"  

       

   Agosto 2017