Trail, el otoño es trail

La crónica oficial (la completa) de esta ruta está aquí:   http://atce.mforos.com/613330/12934294-precioso-este-otono-en-el-courel/ 

  Después de  70 kms de niebla llego a O Incio. Parece que Sebito acaba de inventar el antirrobo cepo humano.

  No solo hay gorilas en la niebla, también pasan un par de africanos al disiparse esta por fin.

  

Las heladas no distinguen entre prados y asfalto. Hay que andar con ruedas de plomo.

  Un tío contento

 Un cálculo sencillo: Trail + sol otoñal= Placer

  El tío sigue contento.

  En esta temporada de colonias, hemos quedado profundamente impregnados de aroma a macho....cabrío

  Pero nos aireamos con unas curvitas y listo.

  Documento del día que estrenaba la camiseta...

          

...sigue siendo el mismo chaval.

  Cruzamos el pueblo de Parada y volvemos al aislamiento, esta vez por tierra.

  Subimos y subimos

  Menudo cambio de rasante....

  ...menos mal que ningún "endureru" conocido ha visto como reptamos, mas que bajamos, las deslizantes rampas.

  Pasados estos sudores fríos, proseguimos disfrutando con las trail.

  El  de antes no para de estar contento.

  Y nos demuestra claramente como las Heidenau van en tierra como por railes...

... y también por agua.

  Abajo se aprecia la aldea de Vieiros, donde están rehabilitando algunas de sus modestas pero auténticas casas de montaña.

  En A Seara comemos al lado del río Selmo. Parecemos unos sin techo con nuestros mendrugos y cervezas. Por cierto hablamos sobre el alcohol y coincidimos en que produce amnesia y.... otras muchas cosas que no recordamos...

  Un paseo por el pueblo. Al cruzar el paso de Abbey Road, Sebito parece preguntarse donde están los otros tres Beatles.

  Carretera hacia Vilarbacú y pistas de canteras pizarreras hacia las cumbres.

  Como decía Pamela Anderson "No es la contaminación la que daña el medio ambiente, son las impurezas del agua y del aire las que lo hacen"

  Dañado quedo el cubrecarter de la TA, no deja de ser una medalla para esta dura moto.

  Descendemos al valle.En Folgoso nos tomamos un algo en la terraza del bar Mirador y nos reímos hasta de nuestras sombras

  Camino de vuelta se saborea el penúltimo chupito de carreteras terciarias de montaña.

  

  Tras el hasta pronto del inigualable compañero y autor de la ruta, regreso en modo solitario. 

 Otra jornada de moto para recordar.  

   Noviembre 2017