Xuntanza en Asturias, la tercera (Por Sebito)

Esta tercera reunión Astur ha tenido para mí una de cal y una de arena. La de cal y con mucha diferencia ha sido la Kedada en sí, magnífica, con un montón de colegas entre antiguos y nuevos, un alojamiento guapísimo, comida y bebida hasta hartar y unos recorridos sencillamente de lujo. La de arena fue por culpa mía, no llevé el traje de agua a pesar de las malas previsiones y mi veterana cordura fue insuficiente, así que me mojé como un bacalao, parezco un principiante y además pardillo.

Arranqué el viernes después de comer. Llovía aunque no demasiado,  así que elegí la autovía porque el tiempo no me daba para más. Conocía el camino, no obstante un camión me lo iba recordando, me decía en galego “vas bien, vas bien” 

Aquí en Vegadeo donde desemboca el Eo, luego en el puente de Navia y ya finalmente en Arriondas, así se resumen 290 km bajo una lluvia que no paró ni un instante:

Llegamos, nos instalamos, ponemos la ropa a secar y a saludar a la tropa que ya le daba a la sidra como unos descosidos:

Yo notaba alguno de los culinos algo subido de alcohol, lo entendí cuando vi al duende cambiando la botella por algo de más graduación, jeje, luego lo intentó con una lechuga y ahí sí que no entramos al cebo:

A dos manos, mojado por fuera había que mojarse también por dentro:

De buena raza este escape, sin duda…

El sitio espectacular: apartamentos, entorno, parking para motos...de lujo

 

Con el rumor del Sella que pasa a escasos metros y bien repleto:

Cuando los gaznates pedían algo más sólido pasamos a la cena: embutidos y empanadas (ésta de morcilla, ñam, ñam) eran lo más socorrido de traer en el equipaje, pero rápidamente encendieron las barbacoas y aparecieron las “delicatessen”, juer qué pinta tenía todo:

Los amigos Juan y Moisés de Honda Gijón junto a Paco:

El “chef” Carlos wre, Sebas y demás ayudantes fueron dotados del instrumental necesario para ejercer su labor, y le sacaron partido, vaya que sí...

Tras la cena la tropa nos trasladamos al “hall”, unas botellas del licor de Mordor de Emilio terminaron de caldear un ambiente ya de por sí distendido:

Dejo la oportuna reseña para algún colega más trasnochador que yo, hacia las dos y pico me retiré a mis cuarteles de invierno si bien a las cuatro pasadas aún había tropa al pie de la farola...

El sábado amaneció cubierto tras una noche en que descargó a sus anchas al decir de quien lo oyó, y salvo un chaparrón, el día nos dio tregua y rodamos de gloria bendita:

Bigtwin llega para guiarnos en la rutilla acompañado de JuanaRR, una africana de reciente fichaje a la que una Africa no parece sentarle nada mal...

Un rápido “briefing” y todos a la ruta, en principio hasta reagrupar en Cangas de Onís, me alegré de conocer en vivo el puentón, tantas veces visto en fotos y nunca en directo hasta hoy:

Después tiramos por la gloria de carretera que es la N-625, no es demasiado larga pero baja desde Arriondas y Cangas de Onís, por el parque natural de Ponga, el desfiladero de los Beyos, los Picos de Europa por el puerto del Pontón, el valle de Oseja de Sejambra, Riaño...no habrá muchas otras con semejante acumulación de curvas y paisaje, pura crema para todo motero:

Luego giramos en este puente cruzando el Sella y hacemos una circular por Ponga . Rodamos con calma, mirando. oliendo, sintiendo el día fragante que nos ha salido, no lo cambio ni de broma por un día de pleno sol

Una paradita en este pequeño túnel con cascada de propina. Las caras de los colegas indican su satisfacción, que maravilla rodar por aquí:

Algo más adelante llegamos a Sobrefoz donde hacemos una parada en casa Benigna. Lástima de la última foto, salía una toma bien guapa sin el moscón de delante !dita sea!

En fin, sacaremos alguna más del pueblo ya que estamos…

Seguimos, que la cosa continúa. Algo antes de Viego subimos al mirador de los Bedules por una corta pista, para que las motos asfálticas pisen un poquito de grava. A ver si los colegas ponen fotos de allí, mi cámara empezó a fallar por la humedad y tuve que recurrir a la de video pero la calidad no es ni parecida:

video en los Bedules 

De allí bajamos toda la tropa hasta la chulada de cascada en puente Vidosa:

video bajando los Bedules 

Y a continuación por la N-625 de nuevo hacia arriba hasta otra parada “estratégica” en que cayeron algunos culinos:

video de Viego hacia la N-625, precioso: 

Otro por la N-625 arriba, bien chulo: 

Duende, !que no se pierda ni gota!

Hacia Cangas y hacia la comida: 

Entre aquí y el restaurante Urogallo en Arenas de Cabrales nos cayó la única chaparrada del día, bien intensa y que me mojó a conciencia, maldita sea. El restaurante está situado justo encima del triángulo de Picos de Europa, con todos los sitios interesantes bien a mano:

Con la fabada entré en calor rápido, estaba soberbia y creo que el que menos repitió lo hizo dos veces. Lo malo fue el cachopo, enorme, me vieron algo desnutrido supongo y sólo fui capaz de liquidar la mitad !buff!  

Y la dolorosa, tranquilo Manolo que la cosa no fue para tanto…

Despues de comer otra rutilla bien guapa hacia Panes regresando a Arenas de nuevo. Esta vez toda en seco, lo que no deja de tener su mérito,

 video hacia Panes:

Aquí otro por la Collada: 

Luego a los apartamentos a tirarnos un rato a la bartola, aquí Sese y Bea que los llevé delante de mí bastante rato en la ruta:

Más gente distinguida iba llegando: Mari de Aure, Furgon, Belén, Xosenel, Dani…la representación astur ganaba por mayoría aplastante…

Como mi pobre cámara no chuta, pongo sólo algunas fotos medianas y dejo el peso a quienes tienen mejores máquinas:

Apostaría algo a que esto no fue la cena, sino las sobras de la cena…jesús qué brutos somos a la hora del papeo…

De postre alguien lo tuvo claro, una tarta en honor a Bigtwin celebrando su cumple, lo gracioso es que además estaba riquísima...

La velada final corrió a cargo de Rodrigo, que se curró un audiovisual glosando la vida y milagros del buenazo de Xosenel, a quien le tocó aguantar los repetidos aplausos (bien merecidos) de la concurrencia. Te mereces eso y más, chavalote:

Y un regalo también de Rodri para Xosenel: un gallinero de última generación fabricado por él mismo, con todos los adelantos y en el que las gallinas llevarán obligatoriamente casco y botas de enduro, los guantes sólo opcionales:

En fin, así pasaba el tiempo tan ricamente. Luego otra sesión de levantamiento de vidrio hasta que el cuerpo aguante, y a la cama que mañana hay que rodar de vuelta a casa. Eso para los que marchábamos, que había personal con el lunes de permiso y se quedaban rulando por aquí ¡suertudos!

Los más madrugadores en pie y Mili y Rober que salen de los primeros, seguidos por el grupo de los madrileños con DrAfrica, Robertinikikiki, rodopar y el campa, y los gallegos Ecrins, Rocío y este cronista, los siete hacíamos una buena peña.

Hicimos lo más guapo: puente Vidosa y su cascada, el desfiladero de los Beyos, espléndido, luego el puerto del Pontón con un verde espectacular y después por Posada de Valdeón, en cuyo mirador el Rober se echa una siesta vigilado de cerca por un grupo de buitres que no le quitan ojo por si acaso:

Hacia el cruce a Ponga:

Bajando los Beyos:

Los Beyos hacia Cenaya:

Los Beyos cruce Casielles: 

Allí nos separamos; los colegas tiran y nosotros tres bajamos reposadamente hacia Riaño y su embalse, haciendo en Crémenes un picoteo improvisado del que la cotorra también llevó su parte:

Por Riaño: 

Después un rodar no tan excitante hacia la Cistierna y La Robla, donde nos cayeron unos buenos chaparrones y granizo como despedida, llegando al pueblo de La Magdalena y por el puerto del mismo nombre alcanzamos Villablino:

Ya iba quedando menos. El amigo cei.be sale a nuestro encuentro y hacemos unos kilómetros juntos hasta llegar a Ponferrada y tomar allí un piscolabis, luego ya definitivamente cada cual rumbo a su casa.

¿Qué voy a decir de la Kedada? Que volvería a repetirla de nuevo pero con mejor ropa y una cámara más estanca, fue la única pega en un finde espectacular, sois una gente con la que es fácil sentirse bien y desde el primer momento, y así las cosas salen redondas casi sin querer. Muchísimas gracias a quienes hebeis hecho posible esto, me llevo un recuerdo imborrable.

Mayo 2018