¿Crónica?


Tengo el dia algo gamberro. Os he avisado.
 La cabeza promete hoy dar caña. Tal vez la tormenta de anoche polarizó algunas neuronas.
 La alternativa a darle al coco será la moto. La niebla es tan espesa como los pensamientos.
 Toca evadirse aliándose con la carretera y sus aledaños.
 Mientras rodillas y pretiles flirtean, un tunel de luz surge peleando con las brumas.
 Ilumina el revuelto ánimo de hoy, hasta que un inverosímil palo me da un buén sobresalto.
 "Un palo" ese juguete que todos los niños tuvimos. Este verano nos tocó jugar con uno.
 Doy esquinazo a la niebla (solo a la exterior). Las vistas no acallan el "run run" interno.
 No cuento por donde andamos. Algunos lugares son conocidos y otros ni sé cuales son.
 Comienzo una bajada.
 El vapor de agua en suspensión vuelve a ser una vistosa amenaza.
 El electromagnetismo de una minicentral y el frescor del río apaciguan las ondas cerebrales.
 Valles para cultivar...
 ...y montaña para vivír.
 ¡Ah! la montaña, resuena en mis hemisferios con placer. Las cumbres siempre me gustaron y luego también
a mi chica. La asiduidad tuvo que ir decreciendo...
 ...pero habia una que deseaba y no se podia ascender pateando. Aprendí en un club las ténicas de
escalada y me federé.
 Esa cumbre era el pico Uriellu, Naranjo de Bulnes para el gran público
 Por la cara sur lo subí en un par de ocasiones.
 La primera vez, con mi amigo Tino.
 Y repetí un año después.
 Vuelvo, no sin esfuerzo, a la tierra. Un rato por el bosque siempre hace bién.
 Llego a un río que también transcurre por un momento extraño. Pasa de ser una silenciosa lámina, a una
ruidosa turbulencia.
 Las ruedas giran por poco tiempo sobre el asfalto. El cruce geográfico lo tomo a estribor.
 Toboganes internos y externos me llevan a un remoto remanso.
 Estoy saturado de pensamientos, pero como en los buses africanos, siempre hay sitio para uno más: El de
no ponerme casco para hacer aquellas "zonas" de altisima dificultad con la Makandrius...
 ...o para cruzar frágiles puentes hechos con cajas de frutas.
 Y es una triste tontuna querer cometer un pecado, equivocarte y cometer otro distinto. Mis amigos, que
son todos ricos, no como esos pobres que solo tienen dinero, me indicaron sitios donde ir. Y yo voy.
 
 No importa que el tipo de firme sea indefinible.
 Ni que en los pueblos ya no haya un alma.
 Ni que los rios dorados no lleven oro.
 Ni que algunos "naveguen" por lejanas galaxias.
 La Domi me lleva a otro lugar.
 Melancolía y otoño se confabulan.
 Medito tratando de descubrir las estrictas leyes que rigen el caos.
 Va tocando retornar.
 Hoy no necesito demasiados estímulos para evocar el ayer. Pero el hermoso bus es más antiguo que mi
pasado. Al menos de esta reencarnación.
 El dia sigue frio...
 ...pero la memoria me propone calor. Este sol de noviembre ilumina pero no tiene la temperatura
de hace dos años y pico, cuando Rocio y su ex GS me llevaron un finde ( uno estaba en una etapa sin moto) a la
hermosa playa de Las Cuevas (Asturias)
 El lugar es fantástico. ¿No?
 La moto, que conoce el camino de regreso, me ha calmado el temporal interior. La placa base parece estar
mas refrigerada.
 Pasas por la ciudad y te reafirmas en que todos vivimos entre la lucidez y la ofuscación.
 La belleza está en los ojos del que mira. Estos tonos son efímeros. ¡Pero te elevan!
 Saludos a todos

Noviembre 2014

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