Trail en fase 1


Aunque el enemigo real sigue ahí -agazapado- ya podemos montar en la moto y dejar que ella
nos aleje temporalmente de la pandemia general y de algunos crispados en particular.

La idea era rodar sin mas, preparé algunas excusas para salvaguardarme dado el carácter ambiguo
de la normativa para circular. Zonas conocidas pero con la expectación de reestrenar libertad.

Tras unos pocos kms. de solitaria nacional llegamos a la villa de Cea. En épocas normales hay unos cuantos 
peregrinos por aquí.


Ya rodamos por carreteras locales. Una luminosa mañana para la moto.





Al pasar por el comienzo de una pista en la sierra de Martiña, indago si hay autoridades agazapadas y no puedo
evitar pisar tierra un rato. Bueno lo de tierra y hierba, se notan dos meses sin humanos.




Siempre es un pequeño placer recordar los olores de la hierba recién pisada, de la resina, de la retama...



Salimos al asfalto de nuevo, curveamos un rato y nos vamos soltando. Asumimos el privilegio de poder rodar
en moto esta mañana. Bajamos de la sierra hacia el Monasterio de Oseira y seguimos camino.





Tenia la coartada de una invitación de un amigo que trabaja en eólicos. por tanto volvemos al monte. Eso si
no necesariamente por el camino mas corto, je je. La pista que lleva a la ermita de Maladena es naturaleza pura.




Luego ya en la cresta del monte las pistas de eólicos son lo que son, pero no estan los tiempos  para desdeñar
diversión con la moto.




El reloj implacable, avisa que esta toma de contacto con la Fase1 se está acabando. Rodeamos la villa medieval
de Ribadavia y luego el padre Miño nos escolta hasta el trabajo. Toca tarde laboral, pero aun con sabor a moto.
:ch)

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