Con Ecrins por el monasterio de Oseira (Por Sebito)

 

Ayer me cité con Ecrins para un rulillo sin complicaciones por la zona que rodea el monasterio de Santa María la Real de Oseira, en la sierra de Martiñá, no lejos de Ourense y lindando con Lugo y Pontevedra, una sierra un tanto abrupta y en tiempos llamada “Ursaria” de tantos osos como la poblaban. Un día espléndido aunque sólo a partir de media mañana, salí con niebla y unos 4ºC y las puntas de mis dedos se me helaron, nunca pasaré de novato:

Nespereira, zona de nísperos o así ¿no?:

Aquí camino de Chantada me permito el lujazo  de adelantar con la KLR a otra moto, el que tenga matrícula amarilla  lo explica todo, jeje

En el punto de cita y ya con el sol en alto. Carlos dando la oportuna revisión visual a la KLR y tras el visto bueno, seguimos  sin prisa por carreterillas entretenidas y sombreadas:

Algo más adelante nos metemos en la propia sierra de Martiñá y la cosa cambia drásticamente: asfalto sin arbolado con los bosques y prados abajo en los valles, a cambio nos rodean de cerca las retamas o “xestas” con su amarillo explosivo que alegra la vista. Pasamos Martiñá pueblo y seguimos:

Este camión nos detuvo un rato breve sí o sí:

Seguimos, toda una chulada de rodar y de mirar. Vamos sin prisas, echando fotos y disfrutando del precioso día. Así y tras un recodo, nos encontramos el monasterio abajo en el valle y al abrigo:

Y llegando, lugares que se me hacen conocidos, ese puente “de pasos” de la última foto sobre el río me ha recordado nada menos que nuestra primera pulpada de San Froilán, vinimos aquí de rutilla hace trece años nada menos. Los integrantes de izquierda a derecha: GuerraXRV (Manolo), el menda (Eusebio), Suso (nuestro guía), nabosky (Miguel), pablito46r (Pablo), m.anto (Manuel) y gbouso (Germán), quién nos iba a decir que aquello fue la semilla de unas cuantas reuniones memorables...

Antes de pasar al monasterio Carlos me sugiere un sitio interesante que ver, así que tiramos un poco más arriba hasta una pista de eólicos que nos lleva al mirador de Peñas Grandes. Donde la pista arranca de la carretera está el punto exacto en que confluyen las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra:

Pues pista arriba y unas fotillas en el mirador admirando el paisaje. Carlos me señala la zona de niebla que marca el curso del río Sil. Reconociendo el horizonte Carlos es un maestro, de todo lo que señala lo que mejor identifico es su dedo…

Hoy sí que chupo cámara ¿eh? El piso está algo suelto y más en bajada, pero las buenas ruedas y el peso ligero de la Kawa evitan sobresaltos y bajo con seguridad:

Ahora sí volvemos al monasterio. Lo fundaron cuatro monjes cistercienses allá por el 1137, llegando a ser de los más importantes de la Orden en España por tamaño y por poderío económico, el Escorial gallego llegaron a llamarlo. Entre sus posesiones estaba la villa y puerto de Marín, que pagaba sus diezmos al monasterio en forma de pescado y seguramente también de pulpo, eso explicaría porqué la cercana villa de O Carballiño se considera merecidamente como la capital del pulpo:

No era hora de visita y sólo pudimos verlo por fuera, en el interior se conserva el ábside o la sala Capitular o sala de las Palmeras, una buena excusa pera volver otro día:

Unas birritas nos pusieron a tono, a esa hora el sol ya se hacía notar. Ya regresando, Carlos me lleva hacia un sendero Ecológico en el río, un conjunto de presas y cascadas que almacenaban agua para la cercana fábrica de papel de Lousado, chulo y refrescante lugar:

Con capilla propia en el pazo de los propietarios y el chulo entorno:

Y la despedida. Yo tiro hacia casa por una ruta cercana a la que trajimos y me encuentro con el único tramo construído de la autovía Lugo-Ourense, no viene mal para relajar el hombro, no me molesta especialmente pero todos estos meses sin moto pasan factura:

Así llegamos, unos doscientos y pico km bien disfrutados en la entretenida mañana:

Carlos, agradecido por tirarme de las orejas para salir en moto, lo cierto es que a veces miro para ellas y las veo como un mueble, sin el menor interés de rodar y no me reconozco, esperemos que sólo sea una locura pasajera, mañanas así ayudan…  

Junio 2021