Doce horas por el Síl (por Sebito)

 

Ayer jueves nos salió una ruta como las de antaño, de día completo y por escenarios de película. Carlos se conoce todo y por todas partes, nada de GPS ni mapas, sólo un par de apuntes a boli y su excelente memoria. 

En cifras: 12 horas de moto, de 9 AM a 9’15 PM. Temperatura de 11º a la salida y unos 25º el resto del día, fantástico.  327 km recorridos entre carrereras buenas (las menos), medianas (la mayoría), retorcidas (una gran parte) y pistas no complicadas pero sí bastante sueltas por la zona del río Sil, una gozada integral en resumen.

Quedamos en Chantada, hacia las 10 ya juntos y rodando en pareja:

Cruzamos el Miño, y por carreterillas y alguna entretenida pistuca, hacia el primer mirador del día, Pena Pombeira sobre el Sil. Hacia la derecha y no muy lejos, Os Peares donde Sil y Miño se unen:


En el mirador:

Continuamos hacia el río Cabe que desemboca en el Sil por carreterillas bien entretenidas, unos codos de narices y en subida sobre todo cruzando el apeadero de Areas en la línea Monforte-Vigo que  fue inaugurado nada menos que en 1884, ya ha llovido desde entonces…

 

Dice Carlos que el edificio sin ver la cruz no te sugiere una iglesia…

 

Aquí por Portizó y su chula cascada que no vemos por estar demasiado seca. También viendo los tejados sabemos enseguida dónde estamos: tejas y color rojo= Ourense, pizarra y color negro=Lugo:

Ahora hacia la Pena do Conde en Sober (Lugo), un mirador de reciente construcción sobre el pueblo de A Barca y sobre el río Cabe, que justo aquí desemboca en el Sil. El puente une ambas provincias, Lugo y Ourense que antaño se comunicaban sólo por barca, de ahí en nombre del pueblo, está nada menos que a 400 m de altitud sobre el río. En lo alto y en la otra orilla, el monasterio de san Estevo de Ribas de Sil:

Alguna vieja reliquia al pasar con pinta de tractor maderero, bien se merece una jubilación…o mejor una restauración, jeje

Seguimos ahora hacia Cadeiras, monasterio y mirador, todo bastante cercano:

Y hacia Doade por las viñas de los famosos vinos de Amandi. Una preciosidad de caminillos entre las cepas, con recodos imposibles y unas vistas al río y a la otra ladera de postal. Las cepas se sitúan en los “socalcos” o terrazas de una sola hilera, la pendiente no permite de otro modo. Todo sencillamente imponente y sólo lamentar, burro de mí, haber puesto en la cámara de video una batería defectuosa, tiró videos de todo esto pero de apenas 2 ó 3 segundos, gracias al casco no me he arrancado los pelos uno a uno, seré burro, burro…

Bueno, al menos quedan las fotos…

Unas poquitas más...

Así hasta el mirador de Amandi o de Os Chelos, encima los viñedos de la Rectoral y en la orilla opuesta, la Fábrica de la Luz, una de las centrales más antiguas de Galicia que daba luz a toda esta zona, ahora es un albergue. Desde él y por el cañón del río Mao pueden recorrerse el río por unas pasarelas de madera impresionantes, una ruta muy recomendable:

Siempre en dirección Doade, alcanzamos la carretera principal que baja hasta el embarcadero, hay tráfico nulo y sin nadie que haga de “chicane móvil” zumbamos a gusto. Desde el puente y aguas arriba, zona incomunicada totalmente durante bastantes kilómetros, hasta Augas Mestas donde desemboca el río Lor:

Algo más arriba terminamos en casa Lelo y al papeo, ya catamos aquí (y con cei.be) un buen cocido años atrás, hoy nos conformaremos (¿¿¿) con algo de pulpo y algo de cabrito, ñam…

Sí, sí, mucho teatro pero pasó parte de sus huesos a mi plato, yo no comí todo eso...

Ya más repuestos, sesión de tarde. Subimos hasta Castro Caldelas, bonito pueblo, bonita fortaleza y deliciosa “bica” que llevamos a casa de recuerdo, del desayuno de hoy casi no quedaron ni las migas…

 

Luego hacia A Pobra de Trives pasando por el pueblecito de Pena Folenche y su atalaya, una mole de granito que lo domina así como todo el valle del río Navea. Por aquí  pasaba la Vía XVIII romana o Vía Nova, enlazando Astorga con Braga en Portugal, también se divisa Peña Trevinca (lo más alto de Galicia) y Cabeza de Manzaneda con la estación gallega de esquí:

De aquí al mirador y salto de Pontenovo cercanos al pueblo de Navea, así llamado como el río, que vierte al Bibei y éste a su vez al Sil.  El original “Ponte Navea” romano se sitúa a unos 800 m río arriba del moderno de la foto de más adelante. El agua para la central baja por estas enormes tuberías a mover las turbinas:

Aquí tenemos un encuentro, otro motero que baja con una bien chula Kawasaki KLR Tengai del siguiente modelo que la mía, ya viene con carenado, guardabarros bajo, etc. El colega tiene además una KTM 450 de enduro y otra Kawa 1.000 de asfalto o sea que conoce el tema, dice que por estas carreterillas no cambia la KLR por ninguna otra, y yo le creo sin dudarlo:

El puente moderno y Navea pueblo. De aquí al alto de Cerengo:

Subiendo, un conejo se me pone tonto y se pica conmigo. Por la izquierda, por la derecha, por las cunetas  un golpe de gas y una marcha menos y decide salirse de la pista, sabia decisión, jeje

Guapa panorámica aun sin estar mi moto y yo…

Subimos a la caseta y una vista de escándalo de la zona de Quiroga, Courel inferior desde el pico Formigueiros, Pia Paxaro…tremendo para quien conozca algo de por aquí:

Vamos bajando hasta parar en el alto de la Moá sobre Ribas del Sil y Quiroga, unas vistas imponentes. Allí también se terminó la batería de mi cámara y con ello la crónica, ya sólo quedaba una birrita rápida de despedida en el pueblo y tirar hasta casa, apenas 80 km de nada:

Ya en el garaje saqué una foto al trip: ¡327 km! No me extraña que tengamos un ligero cansancio (Carlos) y yo los brazos como el plomo, estas cosas o se entrenan o te dejan hecho puré, sé de uno que esta noche va a dormir antes de tocar siquiera la almohada…

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