Por el Courel con Ecrins y en otoño...una chulada (por Sebito)

 

Esta sábado el amigo Carlos Ecrins y un servidor nos regalamos una excelente jornada otoñal, con decir que transcurrió por la comarca del Courel está todo dicho. Nos salió un día seco y a veces con un tímido sol, perfecto para rodar en moto disfrutando del entorno y cómo no, de la compañía.

La cita fue en Samos y hacia las 9:30 h, bien temprano; para mí llegar fueron unos 45 minutos  pero para Carlos supuso exactamente el doble, más o menos hora y media, y gracias a que el día no salió con niebla o ya se llega con los ojos cansados:

La ruta tal como así, un rodar relajado y con las oportunas paradas para fotos, comentarios, para mear…creo que no nos cruzamos ni apenas con tres coches en toda la jornada :

Al salir y ya en Samos. Un cafetito y zumbando, hay que aprovechar estos cortos días:

Hasta la rotonda de Aira Padrón, un auténtico “distribuidor” que lleva al menos a cuatro Concellos diferentes:

 

Elegimos bajar hacia Seoane, una molona carretera salpicada de pueblecitos a la vera del asfalto: Chelo, Castrelo…

Praducelo, Bustofrío...todos bien abrigados del frío Norte:

Con vistas otoñales que alegran los sentidos…

Por el valle con sus laderas plenas de vegetación autóctona, carballos sobre todo y castaños, también pinos, abedules, acebos y multitud de helechos, por descontado ni un solo eucalipto (o muy pocos)…

 


Con las oportunas manchas de verde de los prados para el ganado, una delicia para los sentidos:

 

Algún paseante mañanero con sus amigos de cuatro patas:


Así llegamos al Alto da Pedra, límite entre Samos y el Courel, por aquí habita  una extensa familia de orquídeas con unas cuantas variedades diferentes:

Nos adentramos el el Courel por Pedrafita…


Para llegar a Paderne, pequeña aldea situada a unos 900 m de altitud y con apenas diez casas habitadas todo el año, a cambio cuenta con seis casas de turismo rural  y una empresa de actividadres de naturaleza:

Del el pueblo sale una pistilla cruzando la devesa de igual nombre y llegando al alto de la Escrita a 1.450 m de altitud, por ella nos metemos a ver cómo pinta:

 

Una pista bien entretenida, un tanto complicada para las motos gordas y que gracias a las motillas la vamos haciendo, aunque con continuos resbalones y los pies listos para corregir, bastante hoja mojada y piedras que te descolocan, todo ello bien entretenido:

 


Llegamos a un cruce que indica la ruta de la Devesa, tiramos por él pero resulta ir faldeando e incluso descendiendo en lugar de subir hacia lo alto, no es nuestro destino previsto y no tiene salida hasta el próximo pueblo de Mercurín a 5’5 km, decidimos regresar al cruce y ver cómo pinta la subida. En las fotos sale, evidentemente, lo más facilón, tramos había de andar con ojo:

 

Mirando hacia lo alto decidimos que quedará para la primavera, algo más seco, Carlos está aún convaleciente del tobillo y no quiere líos (tampoco yo), así que regresamos al pueblo:

Lo cruzamos hasta salir...

Y seguimos. Pasamos Miraz llegando al Taro Blanco, una masa de caliza que aquí por Galicia no abunda, las laderas que nos rodean, preciosas:

Por Vilasibil, otro pueblecito igual de abrigado, y algo más adelante llegamos a la carretera principal del Courel que la cruza de Norte a Sur:

 

Seoane a continuación y apenas entrando en el pueblo giramos a la izquierda, hacia Romeor y Visuña, por donde pasaríamos a Castilla-León hacia el Barco de Valdeorras,. A Rúa...

Por sitios sin desperdicio llegamos al cruce, tomamos a la izquierda viendo en la primera foto Seoane de donde venimos, y luego por esta cerretera panorámica que permite ver la principal del Courel en el lado opuesto del valle:

Cambia el tipo de terreno, bosque alternando con algo más de prado. Llegamos a Chan de Pena y su chiquita iglesia, carreteras bien molonas y de piso impecable, un disfrute:

Seguimos bajando, el otoño ya algo avanzado pero aún en su plenitud…

Así llegamos a Riocereixa, era una buena hora para meter algo al estómago. Unos cuantos paisanos y paisanas que andan de matanza y se agradece la ayuda comunitaria, otro día tocará ayudar al vecino…

Pues allí, en un rincón de lujo con su banco, su perchero y el parking bien cercano, nos preparamos la manduca. Salud y un brindis por vosotros:

Una loncha de jamón que cae al suelo y un can oportuno que se zampa la golosina...

 

Pero el pan apenas si lo huele, será escogido el tío...

Un algo de relax ya toca:


Tiramos ahora hasta un cruce donde decidimos. Por la derecha llegaríamos hasta O Cebreiro, pero para Carlos supone un buen rodeo aparte de la tirada que le queda; decidimos girar a la izquierda, no lo conocemos pero malo será…

Sin pegas, uns pregunta rápida en una casa cualquiera y llegamos a la carretera que nos bajaría a Seoane, subiendo sólo unos cientos de metros alcanzamos la que usan los peregrinos que hacen el Camino:

Sólo queda una corta tirada por Hospital y Tracastela hasta llegar de nuevo a Samos y a su reloj:

Algo más adelante la despedida, que las tardes son ahora bien cortas; tomamos rumbos opuestos y hasta la próxima que esperemos no se demore demasiado:

Una chula jornada, compi, muchas gracias por sacarme de casa. Aunque con una pequeña decepción: fui a mirar los ocho o diez videos que esperaba haber grabado de la ruta, sobre todo los de la pista de Paderne, pero merluzo de mí, trasteando con la cámara olvidé ponerle la tarjeta de memoria, ni uno solo encontré, tengo que recordar tomar sin falta las gotas para el riego    

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