Courel Leonés

abril 26, 2023

Courel Leonés

¿Un refugio recién habilitado en la cumbre de una mítica montaña del Bierzo leonés?

Pues ya tenemos motivación para subir en moto. La única pega es que se trata de una ruta ideal para compartir y nadie estaba disponible. Como también nos llevamos excelentemente con la soledad, arrancamos hacia la villa lucense de Quiroga para comenzar a rodar por O Courel.

Carreteras de montaña se abren paso entre sierras y aldeas: A Seara, Ferramulín y el ya leonés Vllarubín desde donde las pistas de tierra será lo único que pisemos.

Los caminos ascienden al cordal de la sierra, cada tramo es una agradable sorpresa. Pronto distingo la Peña del Seo y se intuye en su antecima el refugio en cuestión.

La estamos gozando, todo ideal: moto, pista, paisaje, meteo...pero se ciernen nubarrones ante el reto de los empinados ( y rotos) tramos finales para alcanzar los 1576 metros de la cumbre.

¡Hemos llegado! Una pequeña sudadita pero sin mayores sustos.

Como hacer vídeos no es lo nuestro, ahí va un corte de uno titulado “Trail o Courel-Ancares/Ktm640Adv-Kawasaki Kle 500” de un canal que os recomiendo: https://www.youtube.com/@RubenSantamariaMoto Trail fuerte el que se gasta y abarcando muchas zonas: Marruecos, Transpirenaica, TET Gracias Rubén por el permiso.

Una moto ligera lo pone más fácil. Con la TA no hubiese podido subir, es el nivel que hay...

El ambiente de altura que se respira es fantástico. Muy bien construido el refugio, con chimenea bancos pero sin literas. No es grande pero ideal para venir una tarde noche acompañado. Hotel mil estrellas.

Decir que bajo esta montaña hay una antigua mina de mina de Wolframio y restos de un poblado de los años 50 del siglo pasado. Muchas historias se cuentan de esa época.

En algún momento habrá que descender la cuestecilla pero dilatamos ese rato de tensión tomando el bocata. Anestesiamos la inquietud con el líquido adecuado.

Cuando hay historial de lesiones (y secuelas) en varias zonas de la anatomía, el temor a caer es un lastre que resta soltura. Sin embargo superamos la bajada sin novedad, cierto que en algún tramo iban las piernas mas abiertas que las de una actriz de pelis guarrillas.

Pisteamos varios kms entre collados y algún bosque, siempre en la mas absoluta soledad humana. Ni siquiera se rompe al pasar por Cruces y Albaredos, uno abandonado y el otro con leves señales de ocupación temporal. Aún así carecen de carretera.

Una buena opción estas anekee wild para trail ligeras, dan seguridad en tierra y sorprenden en asfalto, incluso húmedo.

Una breve visual a la aldea de Quintela donde se rodó “AS Bestas”, Barjas, Campo de Liebre y pista para subir a otro refugio situado en una cumbre.

Se trata del Alto de Capeloso a 1600 m. El camino de ascenso es facilón y el edificio está bien conservado. Hacia un lado hay buenas vistas del cordal recorrido por la mañana y el otro la A6 camino de Pedrafita do Cebreiro con Ancares elevándose al fondo.

Mientras descendemos ya se intuye el cordal a recorrer, desde Peña Redonda a Pia Paxaro.

En más de un momento desconocemos si acertamos con la pista correcta, pero como estamos acostumbrados a no usar pantallas digitales, tiramos de intuición y referencias. Un viejo pluviómetro nos reorienta sin necesidad de abrir la bolsa y mirar los mapas del IGN.

Incluso se vuelve todo tan evidente que se puede escoger avanzar por pista o cortafuegos.

Cerca de la fuente del alto do Couto salimos de León. Decidimos seguir cresteando el Courel ahora por la zona gallega. La pista que sube al pico Formigueiros tiene miga, aparte de la fuerte pendiente está muy descompuesta. Respiramos aliviados arriba, con los 216 kg y ruedas mixtas de la Transalp habría sido muy complicado subir.

En un cruce de caminos llamado Campa da Lucenza nos percatamos que han abierto una pista más.

Descendemos hasta una laguna de origen glaciar, de las pocas que hay en Galicia. Está guapa.

Volvemos al trazado de la linea de cumbres para subir la última fuerte pendiente del día. Aún recordamos una vez que la bajamos...mucho mejor hoy que utilizamos el gas en vez de unos frenos que de poco sirven en un piso de esquirlas pizarrosas, inclinado y curvas asomadas al vacío.