Costa da Morte 2023

 

Tres colegas y dos días para hacer un recorrido por la mal llamada Costa da Morte. Hoy por hoy rezuma vida y esplendor.



La cosa empieza en la Playa de San Miro, solitaria y hermosa. Allí mismo ya pillamos la primera pista del día.







Un enlace entre fincas costeras nos lleva a un dolmen. En dos patadas derribamos 3500 años de historia.





En la población marinera de Malpica, el espíritu pandillero no mejora…





Aunque los malotes no tenemos dron, nos las arreglamos para hacer tomas similares desde el minarete de Nuestra señora del Faro.




Hablando de faros, el de punta Nariga se sitúa en un entorno especial. Y hasta tuvimos el acierto de dar con un secreto petroglifo.







Más carreterillas costeras para alcanzar una muy estética que lleva al cabo O Roncudo.







Vuelta para comer en Corme y pista hacia el caribeño arenal de Balarés...



...y allí, en el primer metro de arena moto al suelo  menos mal que no fuimos al Sahara.




Nada como la marisma del río Anllóns en Ponteceso para aspirar y disfrutar del aroma a mar en moto.




En Laxe, visita a la  emotiva escultura de “La espera” dedicada a las mujeres e hijos de los marineros. Después aparecen a su lado otras dos estatuas.





Tras visitar en Camelle lo que queda de la casa y obra de un solitario artista alemán llamado Man, pistemos el camino que se dirige al cementerio de los Ingleses. Allí reposan los restos de los náufragos del vapor militar Serpent.









Proseguimos la pista hasta el imponente cabo Vilán. Cae la tarde y en Muxia pasamos la noche.







Desayuno e inevitable visita al Santuario da Virxe da Barca y al contiguo monumento de A Ferida (la herida) relacionado con del desastre político y ecológico causado por el hundimiento del petrolero Prestige.





El cabo Touriñan es el auténtico "finis terrae" pero gracias no tener la fama del suplantador, se siente  tranquilidad y no  bullicio. Recorrer en moto el istmo de su península es un placer.






Nemiña es una playa idílica y la pista que la recorre, lo confirma. La de Lires y su ensenada no se queda atrás.





Dejamos estas pistas de tierra costeras y ya nos encaminamos al cabo Finisterre que como era de esperar es un hervidero de gentes. Cierto que cada persona llega allí por diferentes motivaciones. Con todo gana verlo a cierta distancia.





Quedan cosas por ver y caminos por rodar, pero el reloj es muy tozudo. Visita rápida a la cascada de Ézaro (hoy poca agua deja salir la presa) y al monumental hórreo de Carnota, muestra del poder eclesial.






Finalmente, el mirador de Lira es testigo de la despedida entre nosotros. Luego rodaremos juntos por Muros, Noia y cerca de Santiago nos dispersamos hacia nuestras tribus respectivas.




Excelente ruta a la vez que recomendable, motos fiables y grandes compañeros de viaje.




¡Hasta otra!

Comentarios

  1. Un placer y un privilegio haber compartido viaje con tan ilustres compañeros ¿Para cuando la próxima? ;-)

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  2. ¡Ostras, un follower! 🤣🤣🤣

    El placer ha sido mutuo, como siempre debería ser... 😜

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